Tener éxito financiero requiere tres cosas clave: dinero, conexiones y oportunidades. En este artículo vamos a hablar de cómo, a través de los bienes raíces, puedes abrir el camino hacia la libertad financiera en Estados Unidos.
En nuestra comunidad En la Cancha hemos construido un espacio donde compartimos entrenamientos, estrategias, herramientas y, lo más importante, conexiones para crecer como inversionistas.
Uno de los grandes retos al empezar es el acceso al capital. La mayoría de inversionistas principiantes se preguntan: ¿Dónde encuentro el dinero para mis primeras propiedades?
Nuestro invitado, Josué Gómez, compartió su experiencia:
“Hoy en día, los prestamistas me llaman a ofrecerme dinero. Estoy en un punto donde no tengo suficientes tratos para cubrir el capital disponible.”
¿Cómo llegó ahí? La clave está en dos aspectos:
Construir relaciones sólidas con prestamistas. No se trata solo de números, sino de confianza y reputación.
Cumplir con tus compromisos y manejar tus proyectos con transparencia.
Josué cuenta que muchos de sus prestamistas lo siguen en redes sociales, ven cómo transforma propiedades y validan que es una persona seria y consistente. Esa credibilidad es lo que abre puertas.
El crecimiento trae retos. Josué compartió que llegó a tener más de 20 propiedades al mismo tiempo. Aunque parece un gran logro, también implica gastos enormes: solo en hipotecas, más de $40,000 al mes.
Eso reveló un problema común al escalar: los tiempos de los equipos de construcción. Por ejemplo, si los instaladores de pisos están ocupados en tres casas, las demás se retrasan. Ese retraso significa más intereses, más gastos y menos ganancias.
La lección es clara:
No se trata solo de comprar propiedades, sino de crear un sistema eficiente detrás.
Escalar demasiado rápido sin procesos claros puede costarte miles de dólares por propiedad.
No basta con ser “buena persona” o tener buenas intenciones. Sin educación, los errores son costosos. Josué compartió la historia de un inversionista en Texas que compró 15 propiedades, todas en números rojos, porque no calculó bien los costos y compró demasiado caro en un mercado cambiante.
Ese inversionista terminó perdiéndolo todo, no porque fuera deshonesto, sino por falta de preparación.
La enseñanza: invierte primero en tu educación, en tus conexiones y en entender cómo funciona el mercado.
Uno de los ejemplos más potentes fue un flip en Mountain View, California:
Compra: $1,250,000
Inversión en remodelación: ~$200,000
Valor estimado (ARB): $2,400,000
El plan era vender en $2.4M, pero los intereses subieron y el mercado cambió.
La casa no se vendía. Tuvo que bajar el precio varias veces hasta venderla en $1,950,000.
Aun así, fue la propiedad con mayor ganancia de toda su carrera. ¿Por qué?
Porque desde el inicio hizo bien sus números y no se dejó llevar por la emoción.
Relaciones > Dinero: Los prestamistas invierten en personas, no solo en propiedades.
Escala con sistemas, no con emociones.
La educación es la mejor inversión. Antes de lanzarte a lo grande, aprende de quienes ya recorrieron el camino.
Los números no mienten. Compra con cabeza, no con emoción.
Si quieres dar tus primeros pasos, únete a comunidades de inversionistas, participa en foros y asiste a eventos. Como dice Josué:
“En bienes raíces siempre hay algo que aprender. Incluso después de años invirtiendo, seguimos buscando información y conexiones.”
Además de las inversiones, Josué destacó el poder de los eventos de networking.
En En la Cancha reunimos a inversionistas de todo nivel para compartir experiencias, generar alianzas y encontrar nuevas oportunidades.
Muchos asistentes se han ido con conexiones clave que después se transformaron en socios, prestamistas o mentores.