El wholesaling inmobiliario es una estrategia que permite ganar dinero en bienes raíces sin necesidad de comprar una propiedad. Funciona así:
Encuentras un propietario motivado a vender su casa.
Negocias el precio y firmas un contrato de compra.
Luego, asignas ese contrato a un comprador final por una tarifa mayor.
La diferencia entre ambos precios es tu ganancia.
No necesitas comprar la propiedad ni arreglarla. Solo estás vendiendo los derechos del contrato a un inversionista.
Una de las mayores ventajas del wholesaling es que no requiere grandes sumas de dinero. Lo básico que necesitas:
Acceso a educación confiable sobre el proceso.
Un teléfono o computadora.
Presupuesto reducido para herramientas básicas de comunicación y gestión.
Muchas ganas de aprender y tomar acción imperfecta.
La educación en bienes raíces no solo te ayuda a entender contratos o estrategias, sino que te da claridad sobre lo que realmente puedes lograr. Invertir en ti mismo:
No se pierde como el dinero o una propiedad.
Te prepara para volver a empezar si fallas.
Te ayuda a tomar decisiones informadas.
Plataformas como En La Cancha ofrecen contenido accesible, incluso desde $19 al año, que puede transformar tu forma de ver el negocio.
Uno de los errores más comunes es querer hacerlo todo: fix & flip, rentas, multifamiliares. El mejor consejo:
Empieza con una sola estrategia.
Vuélvete experto.
No te distraigas con lo que hacen los demás.
El wholesaling es ideal si tienes poco capital y necesitas aprender mientras haces.
No esperes a “saberlo todo” para comenzar. Muchos nuevos inversionistas se paralizan por miedo a equivocarse. En cambio:
Aprende lo básico.
Llena tu primer contrato.
Busca compradores.
Cierra tu primer trato, aunque no sea perfecto.
La experiencia es el mejor maestro.
Hoy en día, encontrar propiedades requiere disciplina y sistema. Algunas de las estrategias que funcionan:
Cold calling (llamadas en frío).
Correos o postales a propietarios.
Networking con agentes y otros inversionistas.
Seguir una rutina diaria de prospección.
Empieza con el objetivo de cerrar tu primer trato en 90 días, no con 10 al mes. Enfócate en uno a la vez.
Muchos emprendedores exitosos descuidan sus relaciones personales por enfocarse solo en el dinero. ¿El resultado? Frustración, estrés y familias fracturadas. La clave es:
Asistir a eventos y masterminds que no solo hablen de negocios, sino de vida.
Hacer pausas cuando sea necesario.
Trabajar tu relación de pareja y con tus hijos como parte del éxito.
Recuerda: no sirve tener dinero si pierdes tu familia en el camino.
El conocimiento y las conexiones que construyes en eventos educativos son activos que nadie puede quitarte. Mientras vivas y tengas mentalidad de crecimiento, podrás:
Superar pérdidas financieras.
Reiniciar tu negocio si es necesario.
Ayudar a otros con tu experiencia.
Tu éxito no depende solo del dinero, sino de lo que sabes y cómo actúas con ello.
Cada semana, te brindamos contenido exclusivo y en tiempo real para que aprendas las mejores estrategias de inversión del mercado.